VOLVER
Soy una gota más en este
océano que me circunda
Me somete y me sumerge cada
día, sin piedad.
Me aplasta hasta que estallo
en mil partículas.
Infinitas expresiones que me
definen como soy.
Que me devuelven al mar y me
hunden en él.
Vuelvo a ser parte de un todo
inmenso, un total,
Para que mañana me despierte
siendo otra vez
Una simple gota que habrá de
romperse en voces,
Emociones, letras, miradas,
sensaciones, aire.
Todo volverá a desintegrarme
al anochecer.
Renegaré durante la vigilia de
mi corta vida,
Escupiré el suelo que me
sostiene e insultaré
Al cielo que me cubre y al sol
que me ilumina.
Negaré al Dios que me he
inventado ayer,
Ese Dios de papel y tinta que
dice que me habla,
Que está omnipresente y que
habita en mí.
Una mentira más para
sobrevivir a mi estado.
Para que mi membrana de gota
no se rompa.
Para seguir siendo lo que no
puedo ser.
Para rebelarme contra la
imposición de un destino;
Que no elegí, que no quise,
que me ata,
La piel se arruga cada tarde y
veo que el fin,
El maldito fin se acerca inexorable
a mí.
Sino de gota que perderá su
estadio sin un fin,
Solo para agradar a un
perverso universo
Que me mantiene preso en su
seno.
Grito al viento: ¡No soy de
aquí!
Nadie oye mi clamor, es solo
un eco en la nada.
Seré aplastado nuevamente y
sin llegar a la meta.
Dormiré una vez más.
Cerraré los ojos otra vez.
Iré a con los míos por un
instante,
Para regresar a este mundo prisión.
Bailaré con desconocidos,
danzaré con ellos,
Cambiaré de forma de pensar
mil veces y seré,
Como cada uno quiere que sea,
como un camaleón.
La palabra fácil, la sonrisa
falsa, la mano extendida.
A los que nunca conoceré, les
escucharé, sin oírles.
Traficaré con ellos,
mendigando su atención,
Tal vez hasta pida prestado un
poco de amor.
Solo para no romperme antes de
tiempo,
Solo para no ser sometido
antes del anochecer,
Para que el estallido no
llegue a la orilla del mar
Cuando el sol aun alumbre y
deje de estar.
Rendiré tributo a mi paciencia
y bondad,
Recordaré en cada minuto a
quien me dio la vida
La buscaré siempre y volveré a
su interior
Allí era más que una gota de
agua, era yo y ella.
Allí no debía mendigar, ni estaba
solo, ni estallaba.
Y me hundiré en su mar, el
virtuoso mar materno.
El primigenio.
Dormiré al fin en paz.
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