BIOGRAFÍA DE LOS SUEÑOS




Los sueños están para ser cumplidos, como las metas para ser logradas.
A los 21 años tuve el sueño de conocer y vivir a orillas del Mediterráneo; 30 años más tarde el sueño se cumplió y durante ese tiempo no abandoné la idea de lograrlo.
A los 15 años soñaba con ser escritor y publicar un libro; 45 años más tarde el sueño fue cumplido.
A mis 20 años soñaba con tener muchos hijos que ocuparan mi vida; a los 62, 42 años más tarde tengo el honor de haber compartido mi vida con 12 hijos entre propios y del corazón.
A los 6 años mi sueño era poder volar y por eso tenía un amigo aviador: cuando llegué a los 23 me hice paracaidista, solo pasaron 17 años para ver cumplido mi sueño.
A los 24 años soñaba que alguno de mis hijos siguiera la pasión por la mecánica y el vuelo; 36 años más tarde una de mis hijas saltaba en paracaídas.
A los 22 años soñé tener a mi lado la más maravillosa mujer que hubiese en ese momento: luego de enviudar y de un divorcio de por medio, 29 años después conocí a mi actual mujer y para describirla solo me basta decir que es un ángel en la tierra.
A los 12 años me preguntaron que deseaba ser y dije Ingeniero Nuclear; aunque no llegué a ese sueño por razones económicas, mi carrera se centró en la técnica de ensayos de materiales y mi primer trabajo fue en el montaje de la Central Nuclear de Embalse de Río Tercero, Córdoba, Argentina. Pasaron solo 14 años para ello.
Y este fue el sueño ajeno; a los 7 años mi maestra de parvulario, junto a mis padres y mi tío, soñaron que llegaría a ser un artista plástico con reconocimiento; 13 años más tarde, a los 20 ganaba mi primer premio individual en un concurso de plástica. A los 62 sigo pintando.
Los sueños no son simples anhelos que se tienen para complacer al ego, son verdaderas posibilidades de llegar a ser lo que nos proponemos, son visiones seguras de nuestras capacidades ocultas y sin resolver. Apostemos por ellos, tengamos la edad que sea, jóvenes, adultos o viejos, siempre hay un sueño que cumplir.

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