Hembrismo vs. Machismo
Feminismo vs. Machismo
En primer lugar dejemos de hablar de Feminismo,
otorguémosle la denominación de Hembrismo al opuesto del Machismo, de modo de
proteger el término Femenino de las acciones del Hembrismo.
El sometimiento de la mujer, llegando a
considerarla por alguna religión trasnochada, fundamentalista y falsa en toda
falsedad, como una especie entre los animales y el ser humano, al que se le
denomina hombre despreciando la condición de la mujer como su par en el mundo,
ha despertado esta rebelión justificada que vivimos hoy.
Sostengo que es justificada su subversión pero
no lo hago respecto a la forma elegida; y no dudo que las que están convencidas
de conseguir un anhelo de tan larga data, tampoco comparten este accionar.
El uso de la fuerza desatada contra la policía y
las propiedades urbanas en sus manifestaciones, solo consiguen que se pierda la
razón del reclamo, dejando un mal precedente para su justa causa.
Lo femenino y masculino es parte de la
maravillosa manera en que el universo se multiplica, el Hembrismo o el Machismo
son deformaciones de lo que se acepta como correcto. Estos extremos radicalizados
deben combatirse por medio de la educación y la información, de modo de
neutralizar a estos colectivos radicalizados que solo persiguen ideologías antisociales.
Y así como no se concibe un hombre maltratando
a una mujer, tampoco debemos hacerlo con una mujer fuera de su condición de tal.
Identificar a los autores extremistas es la primera de las medidas que tenemos
que comprender y asimilar. Los conceptos puros se deben conservar tal como son;
una mujer que busca su libertad social no es partidaria del Hembrismo, como no
lo es un hombre que comprende la dualidad de géneros, respecto al Machismo y
sus repudiables reglas.
Tampoco debemos pensar en un enfrentamiento de
géneros, hombre y mujer tienen diferentes maneras de servir al equilibrio
universal, por lo que ninguno es más o menos que el otro, la igualdad ya fue
establecida en el momento en que hacen su aparición los dos para unirse y
fusionarse en la mecánica de la reproducción para perpetuar la especie.
Negar la dualidad es de necios. El Hembrismo al
sostener que no necesita al hombre entra dentro de la necedad que niega la
necesaria dualidad; el Machismo al despreciar el rol de la mujer como su par,
hace otro tanto igual.
El hombre también tiene sus límites y libertades
que aún no ha conseguido, como la mujer tiene derechos sobre ello. Esto nos
lleva a considerar que lo que realmente se debería buscar y por lo que habría
que luchar, es por esos derechos que deberían tener los seres humanos, sin
distinción de géneros. Esto aun cuando los reclamos sean dirigidos a distintas
partes de los derechos.
La ceguera actual del ser humano, le hace
conformar divisiones que son decididamente anti-naturales.
Y todo aquello que es anti-natural no sirve a
las reglas y leyes de este universo.
Por lo tanto, ni Hembrismo ni Machismo, ni
Feminismo versus Masculinidad, solo Humanidad que busca su espacio en unión y consenso.
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