La Unión Sagrada
No te
temo.
Vinimos
juntos desde aquel día y en el juramento quedó claro que lo estaríamos unidos
sin que mediara nada que pudiese romper esta alianza.
Recuerdo
lo que dijiste en esa oportunidad:
- Ante ti
prometo que no nos separaremos y que no habrá poder que lo haga posible.
- Seré tu
sombra; el viento que impele tu vela, el mar que te sostendrá, el único
horizonte que reconocerás, la verdad que perseguirás, el motivo que te hará
seguir.
- No te
abandonaré jamás, porque mío eres, y yo tuyo soy.
- Seré el
acorde que tu instrumento delicadamente toque, la melodía nuestra.
- Seré el
codiciado tesoro que te aguarde para que me descubras.
- Seré el
temido amanecer y la esperada noche.
- Hasta el
último suspiro que salga de tus labios, será mi aliento y alimento.
- Por siempre
juro estar a tu lado.
Así fue
tu voto en el atrio sagrado antes de llegar a la primera de las culminaciones.
Cuando
Él te preguntó, para asegurarse que no quedaba dudas de tu compromiso, volviste
tu rostro a mí y sin apartar la mirada reiteraste:
- Juro por
mi propia existencia que tal como he dicho, lo cumpliré sin que el pulso me
tiemble, ni las lágrimas turben mi vista.
- Mi vida
consagro a tu compañía y no me separaré de ti hasta que los tiempos se cumplan.
Él tomó
entonces nuestras manos y nos unió, consagrando la emotiva ceremonia.
Tus votos
has cumplido.
Tu juramento
en breve será revocado, libre serás nuevamente.
Agradezco
este tiempo a mi lado, mucho aprendí, mucho sufrí, mucho me alegré.
Pero,
la piel muestra los surcos que el tiempo ha dejado, mi perfume ya no es el
mismo, mis cabellos han mutado a blancas hebras, mi paso es contado por siglos
y no es apresurado como antes.
Es hora
de separarnos.
Voy a
extrañar tu presencia, eras mi compañera de juegos, luego mi competidora, te
fui perdiendo miedo y te convertiste en mi amiga. Hoy tengo que despedirte, mi
camino quiero hacerlo solo, te añoraré.
Mi vieja
querida, mi amante y concubina, he de partir.
Ya es
hora.
Cerró los
ojos y murió. Una sombra se alejó en busca del nuevo por llegar, el próximo
amor al que entregarse y convivir.
La Muerte
dejó escapar una lágrima, se despidió así de su compañero.
Nada es
eterno, más todo recomienza para intentar serlo.
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Recuerda: cada vez que no comentas una de mis notas, Dios se ve obligado a matar un gatito. Campaña contra el maltrato animal.